Fotografiar en un entorno de estudio controlado ofrece una consistencia y flexibilidad inigualables, dos factores esenciales en la fotografía comercial. Ya sea que capture productos, moda o retratos de negocios: dominar la configuración del estudio eleva sus resultados a un nivel completamente nuevo.
Fundamentos de la iluminación
La luz es la base de toda sesión de estudio. Comience con una configuración clásica de luz de tres puntos: una luz principal para modelar, una luz de relleno para aclarar sombras y una luz de borde o fondo para separar el sujeto del fondo. Las softboxes o paraguas proporcionan una iluminación uniforme y profesional. Siempre pruebe su configuración de luz antes de la sesión y ajuste ángulos e intensidad según el ambiente deseado o el mensaje de la marca.
Para la fotografía de productos, se recomienda una tienda de luz o un fondo sin costuras para evitar distracciones. Los reflectores y banderas ayudan además a dirigir la luz de manera precisa y resaltar detalles con exactitud.
Planificación para la consistencia
En la fotografía comercial, la consistencia es más importante que la libertad creativa. Use un trípode para encuadres uniformes y marque las posiciones del sujeto y las fuentes de luz en el suelo. El tethered shooting, es decir, fotografiar con visualización directa en el monitor, ayuda a detectar pequeños errores temprano. Siempre fotografíe en formato RAW para garantizar la máxima flexibilidad en la postproducción.
La elección del objetivo adecuado es igualmente crucial: influye en la perspectiva, compresión de imagen y fidelidad de detalles. Un objetivo nítido y sin distorsión asegura que su sujeto se represente fielmente y acorde a la marca.

La fotografía de estudio no solo implica control técnico, sino también el desarrollo de un lenguaje visual que se adapte al mensaje del cliente. Con buena preparación y el equipo adecuado, entregará imágenes impresionantes y consistentes con impacto.